En
el nivel superior de la capacidad humana para actuar con desenvoltura o
maestría se encuentran las denominadas “funciones ejecutivas”. Estas
capacidades, asociadas con la actividad cerebral del córtex prefrontal,
permiten a los seres humanos superar las reacciones impulsivas, reacciones a
corto plazo en su entorno y, en lugar de ello, se actúa estableciendo metas u
objetivos a largo plazo, un plan de estrategias efectivas para alcanzar estas
metas, controlar su progreso, y modificar aquellas que sean necesarias. En
resumen, éstas permiten que los estudiantes se aprovechen de su entorno. De
especial importancia para los educadores es el hecho de que las funciones ejecutivas
tienen una capacidad muy limitada debido a la memoria operativa. Está
comprobado que la capacidad ejecutiva se reduce claramente cuando: 1) la
capacidad de esta función debe ser dedicada a gestionar habilidades de “bajo
nivel” y respuestas no automáticas o fluidas, lo que supone que se reduzca la
capacidad disponible para las funciones de “alto nivel”; y 2) la capacidad
ejecutiva se reduce debido a determinados tipos de discapacidad o por la falta
de fluidez con las estrategias ejecutivas. El esquema en el que se basa el
Diseño Universal para el Aprendizaje trata de incrementar la capacidad
ejecutiva de dos modos: 1) dando apoyos a las habilidades de bajo nivel de
manera que requieran menor procesamiento ejecutivo; y 2) apoyando las
habilidades y estrategias ejecutivas de alto nivel para que sean más eficaces y
elaboradas. Las pautas previas tenían que ver con los apoyos de bajo nivel
mientras que la pauta que se trata en este apartado tiene como objetivo
proporciona los apoyos para las funciones ejecutivas o de más alto nivel.
CAST (2011). Universal Design for Learning Guidelines version 2.0. Wakefield, MA: Author. Traducción al español versión 2.0. (2013)
Adaptación: Mtro. Álvaro Córdova Mendoza
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